
Ácidos grasos omega-3: Enfoque en EPA y DPA
Los ácidos grasos omega-3 son grasas esenciales que desempeñan un papel fundamental en la salud humana. Se encuentran principalmente en los aceites de pescado, aceite de kril, algas y algunas fuentes vegetales. Aunque la mayoría de las personas están familiarizadas con el EPA (ácido eicosapentaenoico) y el DHA (ácido docosahexaenoico), el DPA (ácido docosapentaenoico) a menudo se pasa por alto. Sin embargo, estudios recientes muestran que el DPA desempeña un papel igualmente importante en la salud cardiovascular y la reducción de la inflamación.

EPA: El ácido graso omega-3 antiinflamatorio
El EPA es conocido por sus propiedades antiinflamatorias. Compite con el ácido araquidónico por las enzimas que producen eicosanoides proinflamatorios, reduciendo así las reacciones inflamatorias en el cuerpo. Las investigaciones han demostrado que el EPA contribuye a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas y puede aliviar enfermedades inflamatorias como la artritis y el asma.
Pruebas científicas:
Un estudio en el New England Journal of Medicine (Bhatt et al., 2019) muestra que medicamentos que contienen EPA como el Icosapent-Etil reducen significativamente el riesgo de eventos cardiovasculares.
- Un metaanálisis de Calder (2017) destaca que el EPA desempeña un papel importante en la modulación de las respuestas inmunológicas.

DPA: La estrella desconocida entre los ácidos grasos omega-3
El DPA es un intermediario entre el EPA y el DHA, pero a menudo se descuida en la alimentación. Los estudios muestran que el DPA tiene una biodisponibilidad aún mayor que el EPA y es capaz de reabastecer los depósitos de omega-3 en el cuerpo de manera más eficiente. El DPA se encuentra especialmente en el salmón salvaje, aceite de foca y aceite de kril.
Pruebas científicas:
Según un estudio de Kaur et al. (2011), el DPA tiene un efecto antiinflamatorio aún más fuerte que el EPA y puede prevenir enfermedades cardíacas.
- Una investigación de Byelashov et al. (2015) indica que el DPA aumenta la fluidez de la membrana celular y reduce el estrés oxidativo.

EPA y DPA en comparación: ¿Cuál es mejor?
Ambos ácidos grasos tienen propiedades similares, pero el DPA parece almacenarse de manera más eficiente y convertirse en EPA o DHA según se necesite. Algunos expertos argumentan que el DPA es el "ácido graso omega-3 de reserva" que el cuerpo puede utilizar de manera flexible según lo requiera.

Beneficios para la salud de EPA y DPA
Salud cardíaca: Ambos ácidos grasos pueden regular los niveles de colesterol, reducir la presión arterial y disminuir el riesgo de enfermedades cardíacas.
Función cerebral: El EPA y el DPA ayudan a mantener el rendimiento cognitivo y pueden retrasar enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
Reducción de la inflamación: Ambos ácidos grasos disminuyen la inflamación crónica, que se relaciona con la artritis, enfermedades autoinmunitarias e incluso el cáncer.
- Rendimiento deportivo: Los ácidos grasos omega-3 apoyan la recuperación muscular, reducen el dolor muscular después de un entrenamiento intenso y pueden aumentar el rendimiento de resistencia.

Fuentes de EPA y DPA
Pescado: Salmón salvaje, caballa, arenque
Aceite de kril: Contiene alta biodisponibilidad
Aceite de foca: Fuente natural de DPA
Aceite de algas: Alternativa vegetal para EPA
- Huevos y productos lácteos: Presentes en pequeñas cantidades

Dosis óptima e ingesta
La dosis diaria recomendada de ácidos grasos omega-3 varía según el estado de salud. En general, se recomienda un mínimo de 250-500 mg de EPA y DPA por día, aunque las personas con enfermedades cardíacas o inflamatorias pueden beneficiarse de dosis más altas. Sin embargo, una sobredosis puede diluir la sangre y aumentar el riesgo de hemorragias, por lo que es aconsejable consultar a un médico.

Conclusión
El EPA y el DPA son dos ácidos grasos omega-3 significativos con grandes beneficios para la salud. Mientras que el EPA ya ha sido ampliamente investigado, el DPA muestra ventajas prometedoras, especialmente en lo que respecta a la salud cardíaca y la reducción de la inflamación. Una dieta rica en ambos ácidos grasos puede tener efectos positivos a largo plazo sobre la salud.
Fuentes:
Bhatt, D. L., Steg, P. G., Miller, M., et al. (2019). "Reducción del riesgo cardiovascular con Icosapent Etil para la hipertrigliceridemia." New England Journal of Medicine, 380(1), 11-22.
Calder, P. C. (2017). "Ácidos grasos omega-3 y procesos inflamatorios: de las moléculas al hombre." Biochemical Society Transactions, 45(5), 1105-1115.
Kaur, G., Cameron-Smith, D., Garg, M., Sinclair, A. J. (2011). "Ácido docosapentaenoico (DPA): el ácido graso iceberg." Frontiers in Nutrition, 8(8), 1-8.
- Byelashov, O. A., Sinclair, A. J., Kaur, G. (2015). "Implicaciones nutricionales del DPA en la salud humana." Advances in Nutrition, 6(2), 247-252.